Hoy en día estas patologías son muy comunes entre la
sociedad adulta pero... ¿De verdad sabemos lo que son?
En esta entrada voy a explicar su diferencia, tratamiento y
lo más importante su prevención.
Ambas son enfermedades reumatologías pero presentan una gran
desigualdad que es la degeneración y la
inflamación.
Vamos a empezar con la artrosis. Enfermedad degenerativa
articular con intensa repercusión en la capacidad funcional. Se produce por un
desgaste del cartílago que envuelve la cabeza de los huesos de cada
articulación y que evita que rocen entre ellos. Se suele producir por un exceso
de peso, deterioro provocado por la edad, fallo en uno de los genes responsable
del colágeno y exceso de trabajo repetitivo. Sus principales síntomas son
rigidez matutina, deformidad de la articulación y crujido.
En la artritis, la membrana sinovial que recubre cada
articulación, se inflama provocando las primeras molestias y posteriormente el
tejido de la membrana crece anormalmente y termina atacando al hueso y
cartílago colindante. No se conoce con exactitud su causa pero podemos
mencionar algunas como exceso de peso, infección en cualquier parte del cuerpo
y fallo del sistema inmunológico. Sus principales síntomas son inflamación,
enrojecimiento, rigidez, dificultad del movimiento entre otros.
Nos vamos a centrar en el tratamiento fisioterapéutico:
- En la artrosis se requiere una fisioterapia específica basada en terapia manual, ejercicios de flexibilización, crioterapia, electroterapia... Unas de las recomendaciones para la prevención y mejora de la artrosis son las siguientes: realizar ejercicio físico diario, evitar el frío y la humedad y estiramientos diarios entre otros.
- En la artritis se incluye terapias de agua, movilización, frío y calor, terapia manual, electroterapia.... Unas de las recomendaciones para prevenirla es perder peso, realizar 30 min de actividad física diaria, proteger sus articulaciones modificando su actividad diaria, dejar de fumar entre otros.